Tres exigencias de la tierra
Denunciamos el asesinato de nuestro hermano en lucha Sabino Romero Izarra cacique Yukpa de la comunidad de Chaktapa en manos de sicarios a sueldo que pudieron ser pagados por los hacendados de Machiques, militares y guardias nacionales o sectores de la clase política local, todos enemigos de la causa de Sabino y los yukpa en lucha. Denunciamos la criminalización y el trabajo de aislamiento que precedió este crimen que no es sino el séptimo en menos de dos años, protagonizado no sólo por la oligarquía ganadera montada sobre la cultura racista y colonial que aún subsiste en la región, sino también por funcionarios del estado gobierno militares y civiles. Pedimos justicia pero no nos basta con la detención y encarcelamiento de los autores intelectuales y materiales de estos crímenes, La tierra por la que luchó Sabino y por la que luchamos tantas y tantos en este país no es la tierra que echarán encima de el cuando lo sembremos.
Denunciamos el asesinato de nuestro hermano en lucha Sabino Romero Izarra cacique Yukpa de la comunidad de Chaktapa en manos de sicarios a sueldo que pudieron ser pagados por los hacendados de Machiques, militares y guardias nacionales o sectores de la clase política local, todos enemigos de la causa de Sabino y los yukpa en lucha. Denunciamos la criminalización y el trabajo de aislamiento que precedió este crimen que no es sino el séptimo en menos de dos años, protagonizado no sólo por la oligarquía ganadera montada sobre la cultura racista y colonial que aún subsiste en la región, sino también por funcionarios del estado gobierno militares y civiles. Pedimos justicia pero no nos basta con la detención y encarcelamiento de los autores intelectuales y materiales de estos crímenes, La tierra por la que luchó Sabino y por la que luchamos tantas y tantos en este país no es la tierra que echarán encima de el cuando lo sembremos.
Exigimos entonces que el Gobierno Nacional asuma su responsabilidad política en la construcción de este crimen, en una mínima exigencia de vigor social y humano para una burocracia que sistemáticamente obró con omisiones en el cumplimiento de las leyes y la Constitución Bolivariana que hubieran dado marco a la paz y a la detención de la violencia y que obró con saña y cuantiosos recursos entregados clientelarmente, para dividir y desmantelar a los que luchaban por los territorios coptando para su administración y control a voceros funcionarios que sustituyeron sistemáticamente las autoridades legítimas del pueblo yukpa y se dedicaron a mentir sobre el compañero Sabino. Si el racismo ganadero hizo parte, no cabe duda que los funcionarios del Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia y del Ministerio de Pueblos Indígenas entre otros, hicieron lo suyo cómo política e hicieron tanto o más daño que los rabiosos terratenientes del Sur del Lago.
Cuando nos preguntamos porque hacen esto obtenemos nuestra tercera exigencia en la respuesta. Es un hecho histórico probado que la Sierra de Perijá posee en su subsuelo cuantiosos recursos mineros de carácter estratégico (carbón, coltán, fosfato y uranio) y esa es la razón por la que el Gobierno Central, cómo ya lo admitió al menos en el propio Plan Patria 2013-2019 no ha cumplido con las leyes y ha entregado los territorios autodemarcados a los pueblos indígenas. Esa Plan no es conocido por los venezolanos y venezolanas y exigimos que esta actuación que es además una continuación de los planes contra los que luchamos en la 4 ta república sea detenido y se revise de cara a los pueblos y de el principio de soberanía colectiva todo el modelo de desarrollo que se tiene para los territorios de Perijá, de Amazonas y del Sur de Bolívar. Sólo tal reivindicación cerrará la herida abierta por esta masacre.
¡Sabino marca el camino! Tierra para los indígenas, SIN MINAS Y SIN HACENDADOS