Un llamado en el día de la trabajadora y trabajador petrolero

Por José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadoras y Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv)

Ayer, 14 de diciembre, día de la trabajadora y el trabajador petrolero, conmemoramos el 86 aniversario de la histórica huelga petrolera de 1936, una gesta heroica de la clase obrera venezolana, en la que enfrentaron con convicciones clasistas y antiimperialistas a las políticas antiobreras de López Contreras y del capital transnacional ya instalado en el país con empresas como la Standard Oil y la Royal Dutch Shell.

Hoy, debemos reivindicar que los héroes de la huelga petrolera de 1936, nos señalan el camino, que es la autonomía del movimiento sindical y de independencia política para luchar por un salario y una pensión igual a la canasta básica, por una nueva convención colectiva discutida democráticamente porque la actual es incumplida y tiene más de un año vencida, por la libertad sindical, por el acceso a atención médica con la recuperación del Sicoprosa, por la asignación de equipamiento de seguridad, por la suma de los bonos en dólares al cálculo de los diferentes conceptos salariales, por el rescate del fondo de pensiones de los jubilados, y por una industria petrolera 100% del Estado venezolano y bajo control democrático de técnicos y obreros.

Hoy, la clase obrera petrolera, debe conmemorar su día organizándose y movilizándose  porque el gobierno de Maduro le destruye su salario, le incumple los beneficios laborales consagrados en la convención colectiva, le viola su derecho a la salud, le deja de entregar equipamiento de seguridad y le impone la persecución política con despidos y jubilaciones prematuras.

Esto, con la colaboración de los diferentes sectores de la burocracia sindical roja rojita como Will Rangel y demás dirigentes del Psuv que salen en VTV defendiendo la política antiobrera del gobierno, y por eso los debemos derrotar para convertir a la Futpv en una herramienta de lucha clasista y combativa al servicio de las trabajadoras y trabajadores petroleros.

En ese sentido, al igual que en 1936, en los taladros, buques, refinerías y oficinas a las trabajadoras y los trabajadores no se les garantiza agua y también se desconoce la convención colectiva y destruye el salario. Por eso, hacemos un llamado a luchar contra el paquete antiobrero y capitalista del gobierno, que es aliado de las transnacionales y de los empresarios venezolanos, porque promueve la privatización de la industria petrolera con la entrega de la refinería de El Palito a la dictadura teocrática de Irán, la asignación de actividades operativas a empresas privadas contratistas y el acuerdo con Chevron para que mejore y exporte petróleo pero sin pagos de regalías, impuestos y dividendos al Estado venezolano.

Además, el gobierno entreguista de Maduro al capital transnacional, a sus aliados y a los empresarios venezolanos les ofrece fuerza de trabajo semiesclava, con políticas como el memorando 2792, el instructivo de la Onapre, el factor equilibro 90/30, la nueva propuesta de ley de hidrocarburos y los acuerdos con EEUU y la oposición patronal en México.

Hoy, cuando a la clase obrera petrolera, la han retrocedido más de 86 años, como dirigente de Ccura, debo insistir en que solo la lucha cambia la vida, que solo con la organización y protesta del pueblo trabajador vamos a conseguir recuperar derechos laborales y mejores condiciones de vida.

En ese sentido, retomar el ejemplo de la huelga de 1936, es también recordar que ya la clase obrera ha dirigido instalaciones de la industria petrolera, que lo hizo entre diciembre y enero de 2002 y 2003; por eso hay que hacer realidad que sea 100% del Estado y este bajo control democrático de sus técnicos y obreros, con la perspectiva estratégica de lograr el socialismo con democracia obrera.

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