Crisis en el PCV por críticas de Jerónimo Carrera al presidente Chávez

A continuación reproducimos la entrevista publicada por el diario El Nacional, y que fue objeto de la airada réplica de Oscar Figueras, así como el anuncio de medidas disciplinarias:

-¿Apoya que se resucite una organización socialista cuando usted se declara comunista?

-En verdad, soy partidario de crear la I Internacional Comunista, aunque se inicie con una Internacional Socialista. Ahora, creo que el PSUV no reúne las condiciones para ser miembro de una Internacional Comunista.

-¿Por qué?

-Primero, tendría que declararse ‘partido de la clase obrera’; el PSUV es policlasista, como AD y Primero Justicia.

-¿El PSUV tendría que hacer como Lenin: Sacudirse el ‘trapo viejo’ como definió el socialismo cuando, de alguna forma, disuelve el Partido Socialista Obrero?

-Sí. En el Manifiesto, de 1845, Carlos Marx y Federico Engels hablaban del comunismo. El socialismo es una fase intermedia entre el capitalismo y el comunismo. Es una fase necesaria pero no es la meta. Es una fase intermedia cuya duración depende del desarrollo de la sociedad y de las condiciones internacionales.

-¿Chávez y el PSUV tendrían que declararse comunista?

-El comunismo no ha existido en ninguna parte del mundo. En la URSS se intentó un socialismo de avanzada. Y en Cuba no hay comunismo. Chávez no es comunista. Eso lo dicen sus adversarios para desprestigiarlo. Es algo oprobioso tildarlo de comunista. Antes de llegar al poder, hablé con él y me dijo que no era comunista, ni anticomunista.

-¿Y qué es Chávez?

-Chávez es un animal raro. De tres patas. Es bolivariano, cristiano y tiene elementos del marxismo. Es un caso extraño. Que tenga algo de marxista no significa que sea comunista. El marxismo es una teoría científica para interpretar la sociedad y conlleva, a quienes lo practican, a militar en el partido de los trabajadores, cosa que no pasa en Venezuela.

-Visto así, ¿jamás se construirá el comunismo?

-Eso depende de las condiciones de cada país y, en el caso de Venezuela, hay una modesta revolución que no es el centro del mundo; además tendría que darse algunos requisitos para declararse comunista.

-¿Cuáles?

-En el comunismo, las personas reciben beneficios o servicios, según sus necesidades. Por ejemplo, pueden ir a un almacén y retirar los bienes, sin aprovecharse o perjudicar a los demás. En el comunismo desaparece el Estado como un aparato coercitivo. En cambio, en el socialismo, cada trabajador recibe lo que él aporta, entre ellos el salario que depende de su rendimiento. Si va a un almacén tendría que retirar lo que le alcance.

-¿El Gobierno trabaja para construir el comunismo?

-Es difícil saber lo que propone el Gobierno. Chávez es de pensamiento cambiante; se deja influir por lecturas rápidas o por personas que se le acercan. El primer paso para comenzar el socialismo sería lograr la independencia de Estados Unidos; en eso hay un avance, pero para que sea total tiene que haber unidad. Hay una división entre chavistas y no chavistas que no conducirán al cambio real, al socialismo y, en consecuencia, al comunismo. Chávez tiene las cartas para construir el socialismo, pero su entorno distorsiona la realidad. ¿Cómo se habla de una ‘revolución socialista’ sin precisar el sujeto histórico? El PCV considera que es la clase obrera; el PSUV no lo define. Chávez mete a todos: trabajadores, campesinos y a otros sectores. Sin definición, el socialismo es una utopía. Se requiere también de una revolución cultural y ética.

-Visto así sería difícil el socialismo en Venezuela

-Sí. Es que hay muchas fallas. Después de 10 años, por ejemplo, hemos fallado en algo clave para el socialismo: La industrialización del país. Venezuela carece de una base industrial, matriz del proletariado; todo se importa; desde productos tecnológico hasta alimentos. La solución no son pequeñas empresas, sino una gran industria. Y Venezuela tiene hierro, aluminio, una central hidroeléctrica y petróleo para ser una potencia. ¿Dónde está el desarrollo? Hace 60 años se creó una siderúrgica que sólo reporta perdida. No hay un automóvil hecho en el país. PDVSA no cuenta con una flota de barcos. La industria naval debería ser un pilar de desarrollo. ¿Qué pasaría si Estados Unidos declara un boicot naviero?

-¿Y las empresas de producción socialistas no serán el soporte inicial?

-Respeto algunas ideas, pero no puede ser que a Chávez se le ocurran las cosas por televisión. Eso no es planificación. Jorge Giordani, a quien respeto, debería tener un plan y discutir las bases sobre las cuales se construirá el país. Que se vean las metas por año; que el país sepa cuál es el norte. No es posible que no se piense en desarrollar la agricultura; que todo se importe de Argentina, o que no evalúe que los países desarrollados buscan energías alternativas al petróleo lo que pudiera afectarnos en un futuro. ¡Vamos a ciegas y eso no puede ser! Para llegar al socialismo hay que crear condiciones y algo importante: Alcanzar la liberación nacional; cero dependencia de Estados Unidos. Chávez tiene la posibilidad de ser el último ‘guachiman’ del país.

-¿Guachimán? Explíquese

-Un gobierno revolucionario, no sólo tiene que salvaguardar los bienes y recursos de la nación, sino que debe integrarse a la comunidad internacional y lograr la unidad nacional. Un solo país no construye socialismo. Se alió con Lula Da Silva pero él es un socialdemócrata de ornamento y saldrá del poder en los venideros años, así que si viene un gobierno de derecha, Venezuela estaría rodeada de ‘Estados no amigos’. Por un lado, Colombia; por el otro, Brasil. Las relaciones con México no son buenas. Y no hay una preparación para un boicot de Estados Unidos. Se han comprados armas a Rusia, pero no se olvide que los Estados defienden intereses. La defensa de la revolución, más que de armas, debe apelar a la astucia, a la diplomacia. A una vía inteligente de reclamos. ¿Qué ganamos con insultar al adversario? Es como una pelea de niños en las escuelas.