26 junio, 2024

(Vídeo) Población penitenciaria realiza huelga de hambre por su derecho a la vida y a la libertad

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Por Wilmaira Ríos / Claudia Rodríguez (Mujeres en Lucha)

Caracas, 12 de junio de 2024. Desde el 9 de junio comenzó en nuestro país una huelga de hambre en 51 centros de reclusión, entre cárceles, centros de reclusión preventiva y anexos de mujeres. Esto como una medida necesaria ante las condiciones inhumanas en las que se encuentran los presos en el país.

La actual huelga de hambre es el recurso que utiliza la población penitenciaria para llamar la atención sobre la falta de alimentos adecuados, falta de acceso a los servicios básicos, atención médica, traslados inconsultos y arbitrarios, el retardo procesal de sus causas penales, hacinamiento, maltrato por parte de las autoridades, corrupción, y falta de condiciones dignas de reclusión en las prisiones venezolanas. ¡Es una forma de lucha por sus derechos y dignidad!

Sistema penitenciario sin perspectiva de género

Un gran problema del sistema de justicia y penitenciario en Venezuela es que no existe perspectiva de género, muestra de ello es que existe un solo centro penitenciario diferenciado para recluir mujeres, el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) ubicado en el estado Miranda, donde hay mujeres de todo el país. Los demás centros son anexos de los internados de reclusión masculinos

El acceso a un servicio elemental como el agua para la higiene durante el periodo menstrual se encuentra limitado a escasos 20 litros. A diferencia de los hombres presos, las mujeres privadas de libertad no tienen derecho a visita conyugal. Por lo que en la cárcel el derecho al disfrute de la sexualidad es un privilegio de los hombres. Las cárceles para mujeres han demostrado poseer una infraestructura ineficaz e inadecuada para satisfacer requerimientos de lactancia, espacios para la cohabitación de niños, salud sexual y reproductiva.

Las pésimas condiciones de reclusión (desinversión y desatención), que padecen las mujeres privadas de libertad en Venezuela expresa como el sistema burgués se aprovecha de las desigualdades de género para obtener mayores ganancias, que no atiende las necesidades de la gente, como los y las privadas de libertad, mientras responde a los intereses económicos sectores privilegiados.

 

Necesidad de transformación del sistema penitenciario

Las privadas y los privados de libertad en el país están llevando a cabo una acción que muestra la situación de opresión que ellos enfrentan por parte de un sistema que les niega sus derechos básicos y los trata de manera inhumana.

La situación de lxs presxs en el sistema penitenciario del país es una manifestación más del carácter de clase de la sociedad capitalista en la que vivimos. Los presos, en su mayoría pertenecientes a las clases más desfavorecidas, son víctimas de un sistema judicial y penitenciario que perpetúa y reproduce al interior de las cárceles la desigualdad y la injusticia propias del sistema capitalista.

Las injusticias en el sistema penitenciario va más allá de un cambio de ministra o ministro, que en este caso se logró gracias a la lucha. Es necesario abordar la raíz del problema que radica en un sistema de justicia corrupto e inhumano.

Es importante que las autoridades tomen medidas urgentes para abordar las demandas de las privadas y privados de libertad y mejorar las condiciones de su reclusión, garantizar los derechos humanos de los reclusos y combatir la impunidad y la corrupción en el sistema penitenciario.

Queda clara la necesidad de una transformación radical del sistema penitenciario y de la sociedad en su conjunto, para garantizar la justicia social y la igualdad de derechos para todos los individuos, incluidos los presos.

Desde Mujeres en Lucha nos solidarizamos con la lucha que llevan los privados y privadas de libertad en Venezuela, principalmente con las mujeres. Exigimos que se de atención a todas las demandas y que se liberen a lxs trabajadorxs injustamente privadoxs de libertad por luchar, entre ellos los sindicalistas Daniel Romero, Leonardo Azócar y la trabajadora Johana Gonzalez.

¡RESPETO A LOS DERECHOS DE LAS PRIVADAS Y PRIVADOS DE LIBERTAD!

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